Yo, hombre blanco, de mediana edad o más, heterosexual, del norte global,
como co-responsable del desastre socioambiental que estamos viviendo
me pongo al servicio de movimientos sociales liderados por colectivos que
nosotros previamente hemos marginado y dejado sin poder, para, guiados por
ellxs, ya que nosotros hemos demostrado no ser capaces, encontrar una salida a
esta situación de crisis socioambiental planetaria.
Y lo hago desde una situación de retaguardia donde no se me pueda atribuir
mérito ni galardón alguno por ello, pues lo último que necesitamos, es recibir
más loas por algo que el resto de personas llevan haciendo toda la vida desde el
anonimato más absoluto basado en la invisibilización que nos beneficiaba a
nosotros.
Yo, desde este lugar que me otorga la conciencia de saberme parte del problema,
y por ello, sin capacidad para articular acciones que puedan desbloquear esta
situación, me pongo a disposición, en silencio, poniendo al servicio de dichas
acciones todas mis capacidades, recursos y conocimientos, que en definitiva,
representan como colectivo la casi totalidad del poder de esta sociedad.
Y sin más, quedo a la espera de ser llamado, y de no ser así, me mantengo en
la retaguardia, tratando de no obstaculizar el surgimiento de otros liderazgos
más legítimos en este momento.
Atentamente, un hombre cualquiera.