26 de abril de 2013

Pasito a pasito


Todas sabemos que los castillos en el aire están construidos con naipes de barajas ajenas.
Por eso mi meta es perseguir el instante perfecto, al instante eterno.
Hacer una  fiesta al instante sublime mientras está latiendo,
en lugar de la autopsia cuando ya haya muerto.

Pasito a pasito

Aunque no quiero, quiero ser protagonista yanki de mi peli, desde la mirada de mis ojos, espectador y cámara, tú no eres más que una actor secundario, el prota soy yo, y os gano a todo, a todos.
De hecho salvo el mundo, cada día, con mis pensamientos y actos, ecologista, revolucionario, profundo, amoroso, valiente, inteligente, cada día, salvo al mundo, pues para eso he nacido, solo para eso, soy el elegido, y tengo que salvar al mundo, si no lo hago ... fracaso.

Pasito a pasito

Te grito que no pegues, y te digo con prisa... que te calmes.
Porque así lo he aprendido, lucho con todas mis armas... por la paz.
Y con la fuerza de un príncipe abdico de mi corona.

Pasito a pasito

En mi familia cuando nacíamos nos median los pies para saber cuanta capacidad de recorrer nuestro camino tendríamos.
En la casa de los vecinos de abajo, les median el sexo para saber cuanta capacidad de disfrutar la vida tendrían.
En el chalet del barrio de arriba, les miden la cabeza para saber qué capacidad de triunfar tendrán en sus profesiones.
En la chabola de enfrente, les miden el pecho para saber cuanta capacidad de amar tendrán a lo largo de sus vidas.

Pasito a pasito...
...camino, y me duelen los pies.
Y cuando corro, pasito a pasito, me tropiezo, y me siento fuerte.
Y cuando descanso, sueño con bailar, pasito a pasito, y me ríen los pies.

Pasito a pasito...beso los pasos que pasean mis besos
pasito a pasito... se llega al infinito.

3 de marzo de 2013

El soldado blindado

Tanke Jou es de Luisiana y forma parte del primer escuadrón de la compañía segunda del tercer regimiento de infantería. Por las noches cada cuatro horas escucha quinto levanta para practicar como levantarse a la mañana. Le pagan en sextercios por ser la moneda oficial desde su fundación, y como reza a la entrada del cuartel “lo que está recogido en el acta fundacional es credo”, así que aunque ya no sirva la moneda tiene que aguantarse. A causa de no tener dinero lleva la ropa llena de sietes, y tiene el cuerpo hecho un ocho por tener que dormir torcido en un roído colchón de muelles asesinos que atraviesan la mohosa estructura. Por las noches reza una novena a San Juan Tadeo para dar las gracias por la suerte que tiene, ya que al décimo día de ingresar en el ejército le prohibieron escuchar sus sentimientos y desde entonces vive feliz y contento.

Tanke Jou ya no es un mote, se ha convertido en un documento nacional de identidad.

Hace tiempo que su capitán le dijo que lo que veía no le mostraba lo que había si no lo que él estaba capacitado para ver, así que decidió mentir como un bellaco y decir que veía un mundo maravilloso para que pareciera que así era él por dentro.

Nunca ha querido a ninguna mujer como pareja a pesar de sentir un profundo amor por varias en su vida, pero como su madre, que era bióloga, le dijo de pequeño que el amor no existía y que tan solo era un invento-excusa de la naturaleza para auto-perpetuarse, pues él decidió no ceder al chantaje natural e ir contra natura solo para sentirse alguien sobrenatural.

Reniega de su padre, cuando alguien le habla de él, pregunta ácidamente “¿quién, el marica extra-sensible ese?” y corta la conversación con un “la gente sin cojones par mí no se merece respeto, no cuenta”.
Ya desde muy pequeño empezó a llevarse mal con su padre, a pesar de la amabilidad y el buen trato de este, pero la gota que colmó el vaso fue el día que entró en el cuarto de su padre y le encontró pintando sobre la cabecera de la cama: “Tengo miedo, tengo frío, tengo hambre, tengo sed, tentaciones y mezquindad por los rincones. Tengo defectos, sí, así es, justo como lo estás pensando, soy… perfecto.”

En el campo de batalla se comporta como un loco temerario y parece que no le teme a nada, nadie, ni a la muerte. Algunos compañeros le preguntan qué es eso que le mantiene sereno y confiado en los momentos más terribles. Y Jou les responde que cuando era pequeño su tío el filósofo le dijo que nunca temiera encontrarse con una situación difícil. Que no tuviera miedo a la muerte, porque en un momento así de desesperación total, su mente inventaría a Dios, y él descansaría tranquilo sostenido por ese Dios que le iba a guiar en el buen camino del otro mundo.
Y así lo hace siempre, busca impertérrito el momento desesperado en que por fin conozca a Dios.

Tanke Jou por dentro es de algodón, pero está atrapado en un cuerpo de músculo blindado.
Tanke Jou no llora, no tirita, no se cansa, ni tiene hambre, sed, ni sufre, ni desea, Tanke Jou es así, justo como lo estás pensando, Tanke Jou, es… perfecto.

5 de febrero de 2013

Las desventuras del soldado roñoso

Juan Rayao es un tipo de lo más casposo, tiene seborrea, gonorrea y algun que otro apellido basko.
A Juan todo le parece mal, no le gusta nada. No se fía de nadie y lo critica todo. No se gusta ni a sí mismo. La única persona que le parece digna de admiración es Takonazos. Pero ella se olvidó de él hace mucho, justo el día de su boda.
A Juan Rayao no le para la cabeza, le da vueltas al universo en su cerebro de cartón y nunca llega a ninguna conclusión.
Juan Rayao se quita la razón cada quince minutos. Se miente, se desmiente, se defiende y se ataca, dice que beber es malo y siempre lleva en el bolsillo whysky dentro de una petaca.
Juan Rayao no se fía de sí mismo. Se vigila cuando duerme por si comete fechorías a sus espaldas. Salta como un gato para sorprender a su reflejo despistado. Y tiene cámaras grabando para saber qué hace cuando está borracho.
Juan Rayao se hace todas las noches un examen de conciencia, y todas las noches se suspende con un cero y se enfada porque no hay notas más bajas.
Juan Rayao no cree en la ciencia, ni en la política ni en la religión. Pero investiga todos los días cómo gobernar un pueblo que sea digno de un dios.
Juan Rayao cree que la única diferencia entre ricos y pobres es en el cuánto y cómo, no en el qué ni en el por qué. Y por eso escribió este poema que quiso que se convirtiera en canción, pero tan solo se convirtió en otro motivo de su desesperación.

Los ricos roban riqueza
y los pobres robamos pobreza.
Los ricos contaminan océanos
y nosotros contaminamos charcos.
Los ricos matan naciones
y los pobres matamos parejas.
Los ricos mienten a primos
y nosotros mentimos a hermanos.
Los ricos discriminan a los pobres
y los pobres discriminamos a los gusanos.
Los ricos empobrecen a pueblos
y nosotros empobrecemos a los barrios.
Los ricos tienen soldados
y los pobres patrullas de ciudadanos.
Los ricos desean ser dioses
y nosotros ocupar sus palacios.
Los ricos devoran manjares
y los pobres etiquetas de caro.
Los ricos cazan elefantes
y nosotros lo que se nos ponga a mano.
Los ricos disparan fusiles
y los pobres nos matamos a palos.
Los ricos desprecian por creencias
Y nosotros despreciamos por mandato.
Los ricos encarcelan guerreros mercenarios
y nosotros los pobres, a leones y a canarios.

Juan Rayao es un poeta, un filósofo, un cerebro privilegiado.
Juan Rayao es un pringado, un solitario, un depresivo y desgraciado.

7 de enero de 2013

La Ciencia al servicio del Hombre.

Pues los hombres comienzan y comenzaron siempre a filosofar movidos por la admiración; al principio, admirados ante los fenómenos sorprendentes más comunes; luego, avanzando poco a poco y planteándose problemas mayores, como los cambios de la luna y los relativos al sol y a las estrellas, y la generación del universo. Pero el que se plantea un problema o se admira, reconoce su ignorancia. (Por eso también el que ama los mitos es en cierto modo filósofo; pues el mito se compone de elementos maravillosos). De suerte que, si filosofaron para huir de la ignorancia, es claro que buscaban el saber en vista del conocimiento, y no por ninguna otra utilidad. Y así lo atestigua lo ocurrido. Pues esta disciplina comenzó a buscarse cuando ya existían casi todas las cosas necesarias y las relativas al descanso y al ornato de la vida. Es, pues, evidente que no la buscamos por ninguna utilidad, sino que, así como llamamos hombre libre al que es para sí mismo y no para otro, así consideramos a ésta como la única ciencia libre, pues ésta sola es para sí misma. Por eso también su posesión podría con justicia ser considerada impropia del hombre. Pues la naturaleza humana es esclava en muchos aspectos; de suerte que, según Simónides, «sólo un dios puede tener este privilegio», aunque es indigno a un varón buscar la ciencia a él proporcionada.
La verdad no es necesaria ni universal, sino producto humano y por tanto cambiante y contingente

                                                                                                          Aristóteles
  
Si la ciencia surge de la obtención del conocimiento mediante la observación de patrones regulares, de razonamientos y de experimentación en ámbitos específicos, a partir de los cuales se generan preguntas, se construyen hipótesis, se deducen principios y se elaboran leyes generales y sistemas metódicamente organizados, yo quiero aportar a la ciencia mi siguiente experimento. Aunque por mi personalidad y carácter quizá me tuviera que apoyar en la poiesis, o saber creador, saber poético, basado en la transformación técnica. Lo que hoy día englobaríamos en la creación artística, artesanía y la producción de bienes materiales y que es una parte casi olvidada de la ciencia.

Hace tiempo que vengo escuchando una serie de  teorías, supuestamente enmarcadas dentro de la filosofía Oriental, que dicen que el Ego es algo que tenemos que trascender o eliminar. Estas teorías cuentan que el Ego es un espejo ilusorio que creamos en algún momento y en el cual nos miramos el resto de nuestras vidas.
Dentro del mundo de la psicología hay otras tantas visiones encontradas de cómo tratar esta cuestión del Ego, unos hablan de debilitarlo y otros hablan de reforzarlo. Pero hasta la fecha no hay un consenso sobre ello.

El Ego se define como la unidad dinámica que constituye el individuo consciente de su propia identidad y de su relación con el medio; es, pues, el punto de referencia de todos los fenómenos.
Partiendo de esta premisa queda claro que el Ego es algo que construimos a partir de nuestra educación y el resto de nuestra realidad fenomenológica.
Por lo tanto es innegable que somos esclavos del ego, pues es a través suyo que vivimos la vida consciente. Pero y la vida inconsciente ¿dónde queda? La existencia de esta vida inconsciente es un valor que no podemos negar ni omitir, porque es de sobra sabido y comprobado que en ciertos momentos de la vida se manifiesta en nosotros sin que podamos controlarlo, dándose con ello situaciones incomprensibles incluso para el sujeto que las realiza.

Continuando con está elucubración podemos intuir que hay un extenso campo al que no tenemos acceso y del cual desconocemos su alcance e implicación en nuestro desarrollo y crecimiento personal.

Así mismo de esta afirmación se desprende a su vez que somos unos seres capaces de tomar consciencia tan solo de una ínfima parte de realidad, e incapaces de abarcar el todo que nos comprende. Esto, dicho de otro modo, viene a ser una definición clara y contundente de lo que viene a ser la ignorancia.
Admitir nuestra ignorancia es algo que le duele a este Ego que se afana en soportarnos y darnos lo mejor para nuestro éxito vital como seres conscientes, pero cuando conseguimos superar esta traba y nos doblegamos ante la aplastante realidad que nos sobrepasa y logramos admitir nuestra ignorancia, inmediatamente nos sentimos sabios. Y si por un casual logramos salir de este dulzor paradójico y nos encontramos disfrutando de las mieles del Ego, al observar esta ecuación de sabernos sabios por sabernos ignorantes, a su vez nos volvemos a sentir sabios de nuevo, lo que demuestra que el Ego es un círculo cerrado que contiene a la mente y del cual no se puede huir.

Dado este hallazgo, podemos concluir que el Ego es algo ligado a la mente humana imposible de trascender consciente-mente.
Si nos salimos por un momento de esta reflexión y nos adentramos en lo que supone la vida como organismo vivo que se autorregula independientemente de nuestra excepcional participación existencial en ella, podemos ver claramente que la vida recrea sobre sí misma todo lo necesario para su subsistencia y perfeccionamiento en un infinito progresar dentro de su desarrollo evolutivo. La naturaleza, como fenómeno diferenciado de lo sobrenatural o del que se extiende desde el mundo subatómico al galáctico, y en su acepción que  proviene de la palabra germánica naturist, que significa "el curso de los animales, carácter natural”, traducción [latina de la palabra griega physis , que en su significado original hacía referencia a la forma innata en la que crecen espontáneamente plantas y animales, es un ejemplo paradigmático de esto mismo ya que dentro de su equilibrio es capaz de concebir innovadores prototipos que den soluciones a problemas concretos y así seguir perfeccionándose a si misma infinitamente. 
Partiendo de esta hipótesis de que la vida es algo que contiene dentro de si misma todo lo necesario para su autodesarrollo evolutivo, sería licito pensar que es, cuando menos extraño, que haya algo dentro de un ser vivo que no cumpla una función imprescindible.
De lo cual podemos deducir que el Ego es una función imprescindible del ser humano de la cual no tenemos que huir ni nada similar, si no desarrollarla al máximo para su florecimiento y el cumplimiento de su función en nuestro devenir personal e integral.


Hala, ya está, demostrado esto, ahora ya me puedo dar licencia total para ser un puto chulo de mierda. Viva la ciencia, amén.