Hasta que yo no admita
completamente
mi parte de responsabilidad
en el gran sufrimiento existente
en el reino humano y natural,
en este mundo faltará un eslabón
para poder alcanzar la paz absoluta.
Un dado mágico gira y gira suspendido en el aire. Cae y rueda por el suelo danzando a brincos mostrando todas sus caras numeradas. Todas las opciones ruedan y saltan. Y mi destino se para esperando a que el dado detenga su marcha. Cada vez baila más cansado, gira sobre sí agonizando su inercia. Y por fin, se para. La suerte esta echada. Y sin Re, no hay Sol que brille.
Hasta que yo no admita
completamente
mi parte de responsabilidad
en el gran sufrimiento existente
en el reino humano y natural,
en este mundo faltará un eslabón
para poder alcanzar la paz absoluta.
De qué me sirve tener razón
si tú la pierdes
De qué me sirve vivir en el paraíso
si él es desahuciado al infierno
De qué me sirve nadar en la abundancia
si ellxs naufragan en el mar de la democracia
De qué me sirve
sonreír por fuera
si vosotrxs lloráis por dentro
De qué me sirve ganarte
si sin ti me pierdo
En todo el universo infinito
solo existimos
tú
yo
y nosotrxs
por eso no sirve la lucha
solo cooperación