5 de febrero de 2013

Las desventuras del soldado roñoso

Juan Rayao es un tipo de lo más casposo, tiene seborrea, gonorrea y algun que otro apellido basko.
A Juan todo le parece mal, no le gusta nada. No se fía de nadie y lo critica todo. No se gusta ni a sí mismo. La única persona que le parece digna de admiración es Takonazos. Pero ella se olvidó de él hace mucho, justo el día de su boda.
A Juan Rayao no le para la cabeza, le da vueltas al universo en su cerebro de cartón y nunca llega a ninguna conclusión.
Juan Rayao se quita la razón cada quince minutos. Se miente, se desmiente, se defiende y se ataca, dice que beber es malo y siempre lleva en el bolsillo whysky dentro de una petaca.
Juan Rayao no se fía de sí mismo. Se vigila cuando duerme por si comete fechorías a sus espaldas. Salta como un gato para sorprender a su reflejo despistado. Y tiene cámaras grabando para saber qué hace cuando está borracho.
Juan Rayao se hace todas las noches un examen de conciencia, y todas las noches se suspende con un cero y se enfada porque no hay notas más bajas.
Juan Rayao no cree en la ciencia, ni en la política ni en la religión. Pero investiga todos los días cómo gobernar un pueblo que sea digno de un dios.
Juan Rayao cree que la única diferencia entre ricos y pobres es en el cuánto y cómo, no en el qué ni en el por qué. Y por eso escribió este poema que quiso que se convirtiera en canción, pero tan solo se convirtió en otro motivo de su desesperación.

Los ricos roban riqueza
y los pobres robamos pobreza.
Los ricos contaminan océanos
y nosotros contaminamos charcos.
Los ricos matan naciones
y los pobres matamos parejas.
Los ricos mienten a primos
y nosotros mentimos a hermanos.
Los ricos discriminan a los pobres
y los pobres discriminamos a los gusanos.
Los ricos empobrecen a pueblos
y nosotros empobrecemos a los barrios.
Los ricos tienen soldados
y los pobres patrullas de ciudadanos.
Los ricos desean ser dioses
y nosotros ocupar sus palacios.
Los ricos devoran manjares
y los pobres etiquetas de caro.
Los ricos cazan elefantes
y nosotros lo que se nos ponga a mano.
Los ricos disparan fusiles
y los pobres nos matamos a palos.
Los ricos desprecian por creencias
Y nosotros despreciamos por mandato.
Los ricos encarcelan guerreros mercenarios
y nosotros los pobres, a leones y a canarios.

Juan Rayao es un poeta, un filósofo, un cerebro privilegiado.
Juan Rayao es un pringado, un solitario, un depresivo y desgraciado.