En mi cabeza
se desata una tormenta de arena
y en mi corazón
se sacude el agua
una hembra de venado.
Un dado mágico gira y gira suspendido en el aire. Cae y rueda por el suelo danzando a brincos mostrando todas sus caras numeradas. Todas las opciones ruedan y saltan. Y mi destino se para esperando a que el dado detenga su marcha. Cada vez baila más cansado, gira sobre sí agonizando su inercia. Y por fin, se para. La suerte esta echada. Y sin Re, no hay Sol que brille.
En mi cabeza
se desata una tormenta de arena
y en mi corazón
se sacude el agua
una hembra de venado.
Un no día antes del tiempo
el multiverso imaginario
estaba tan lleno de amor
que explotó violentamente
generando infinitos mundos
tan imaginarios como el amor
y el multiverso que los parió.
Los enemigos de la dualidad
abogan por que todo es uno,
todo es conciencia, Dios, el Tao
pero excluyen de una patada
al ego porque nos separa.
Para mentirse
la mejor de las verdades
hay que ser tan simple
como creerse un sabio.