31 de marzo de 2012

29 M - Crónica de una Mani esperada


La manifestación del 29 M, no ha sido una manifestación más, había algo, un germen de algo que comenzaba a abrirse camino entre la espesura de nuestro cazurrismo social.
Había algo que se podía sentir, pero no se podía conocer. Era algo que yo considero que es la base necesaria para que se de un cambio social real.

El corazón, las emociones y los sentimientos.

Pero eso no se podía conocer, porque si intentabas examinar mentalmente lo que allí estaba sucediendo el cambio era apenas perceptible. Es cierto que había mucha gente y de diferentes movimientos y pensamientos, y eso ya es un cambio. Pero cada uno de esos grupúsculos estaban acotados por carteles y demás mensajes mentales, que no hacían otra cosa que delimitar una diferencia con el resto de los allí presentes. Por eso no se podía conocer, porque mentalmente, seguía habiendo desunión.
Pero emocionalmente, comenzaba a haber unidad. El sentimiento real era que estábamos allí todxs juntxs, en el mismo espacio-tiempo por una misma causa-mierda.

Pero sobre todo pude observar que había una dicotomía paseando entre la gente, estaban mis inseparables amigos, los siameses amor-miedo. Había gente que protestaba asustada por algo que les quitaban y que parecía amenazarles sus bolsillos-estabilizadores de vida (Aunque todxs sabemos que el dinero es solo un  placebo mental y la estabilidad no existe.) Pero también había gente que simplemente soñaba de corazón con un mundo mejor, un mundo sin tanta mamonada y donde se pueda hacer las cosas sin tener que estar preparado para saber por dónde te va a venir la hostia. O visto desde el otro lado, estar preparándote para saber por dónde darle la hostia al otro, no vaya a ser …que te la den a ti

La mente no es la solución, es el problema. Con ella no vamos a salir de este entuerto, la única salida está en la confesión pública de nuestras miserias y debilidades, y de nuestras pasiones y esperanzas. Solo así no seremos jueces que son juzgados, seremos personas creciendo, personas que hierran mientras aprenden y que necesitan del respeto y apoyo del resto en ese mismo proceso en el que nos incluimos todxs ineludiblemente.

Y qué si queda camino? Pues un montón, hay mucho que caminar para encontrar estructuras aglutinantes y actitudes respetuosas. Pero algo es algo, o es mucho, porque tampoco podemos esperar que ahora de repente se vayan a deshacer nuestras estructuras mentales disociativas que lo único que hacen es acotar asustadas las diferencias existentes entre tú y yo, no vaya a ser que yo desaparezca.  Llevamos siglos montando este circo, ahora desmontarlo va a llevar otro tanto tiempo.

Así que dejemos de defender asustadxs nuestra miserable parcela en el país de "Yoeland", y quizá al soltar amarras descubramos que, sorprendentemente, detrás de lo que nos asustaba y de lo cual huíamos, estaba esperando escondido lo que buscábamos.

Imaginemos, soñemos, creemos nuevas maneras de estar y vivir, pero sobre todo, dudemos de lo que creemos que sabemos, porque es mentira, es la mentira que nos ha servido de realidad, pero que ya no sirve. Hagamos explotar nuestros sistemas de creencias porque son estupidos y caducos. Desnudémonos por favor, pero no nos desdudemos. Y que la próxima manifestación sea diferente, creativa, divertida y emocionante. Que sea un regalo, una fiesta a la que queremos acudir, la fiesta de la transformación, un ritual cíclico al que tenemos que rendir culto para que nuestra tendencia a fijar las cosas como algo que sirve para siempre vaya dejando paso al ciclo de la renovación constante que es la vida-muerte-vida.

Nos vemos en las calles.


26 de marzo de 2012

Gui ar de champions


Lesbianas y feministas animando a un montón de machos alfa en calzoncillos, artistas y culturetas con las cara pintadas de forma cutre, cutre, macarras y pasotas gritando eneérgicos oee oee, nacionalistas baskos y peperos abrazados felicitándose, ejecutivos disfrazados de populacho regándose casposos y embrutecidos con la vota de vino, amas de casa encantadas en sus salones unidas a sus marido que se rascan los cojones... no es el 15 M, no es la unión del pueblo por el cambio de conciencia, no es la salida de la crisis de valores y la llegada de la cordura... es el furbol mas chusquero y patrio en estado puro.

Cuando tu equipo acostumbra a perder, la gente critica y observa despegada como otras personas y aficiones que si ganan, caen en el cazurrismo máximo de berrear arengando a unos chavales (a menudo descerebrados) que corren tras una pelota en nombre de un equipo de fútbol que tan solo representa una bandera política.
Pero cuando es tu equipo, ( o "esa panda de mataos" como acostumbras a denominarlo) el que gana, entonces todo cambia, entonces puedes ver todas esas maravillas de la naturaleza humana chorreando por las esquinas, y entonces el pensamiento crítico desaparece y ocupa su lugar una especie de relajación propiciada por nuestro coach interior, desde la cual todxs con acento argentino repartimos generosamente consejos de paz y amor socio-furbo-espiritual.

Conclusión, no nos gusta el fútbol, nos gusta ganar. ( Pero... ¿Lo importante no era participar? ..Ayy que risa Felisa)

Aunque ... bien mirado... quienes ganan son ellos, y muuucha pasta, algo indecente para estos tiempos de ... x. Poco pan y pésimo circo. Todo sigue igual. (Menos mal que por debajo hay hormiguitas y enanitos trabajando, esperemos que tengan energía para aguantar) Nos la han metido doblada con esta poderosa arma de control masivo y encima le encontramos justificaciones que creemos salen desde nuestra libertad de pensamiento, ¡ ja ! Que le jodan al fútbol.

Alma de cortarrollos.

4 de marzo de 2012

La hora de las plañideras


Hoy voy a hablar del personaje que represento en los mejores teatros de la calle, solo de ese muñeco de trapo que está cogiendo polvo en la estantería de mi felicidad, y desde detrás del cartel luminosos con letras de neon que brillan con mi nombre.
Casi siempre es la tristeza la que envuelve con cariño mis palabras en aromas melancólicos, la frustración las incendia como martes enojados y el miedo las expele al exterior en busca de objetivos contra los que impactar. Pero en esta ocasión, es la unión de los siameses amor-miedo la que me empuja y arrastra a hacerlo, y es desde aquí, desde donde parte hoy mi historia.

Un guerrero asustado no es aquel que sueña entre flores carnívoras que no puede lograr sus sueños, un guerrero asustado es aquel que comienza a sentir en la punta de su tristura, que muchos de sus sueños son inalcanzables.
¿Y ahora qué? ya no puedo dessoñarme, ni desfrustrarme por no alcanzar esos sueños. Tan solo puedo llorar cien lágrimas de fuego por la derrota de mi niño sueña-lunas, de mi niño victorioso en todas y cada una de las batallas a las que se presenta como libertador del universo. La derrota de mi niño, la ruina de mi niño. 
Podría significar la victoria de mi adulto, pero eso me suena a campana de iglesia llamando a coro con las trompetas de semana santa: Arrúguense, es la hora de las plañideras. Y todas sentadas en sillas me rodean y lloran.
Mas no hay salida ni vuelta atrás, y ya apenas conservamos la capacidad de aullar, y eso si que era útil. Aullar todas las noches para poder gorjear a las mañanas y rugir a las tardes.

Y aquí me hallo de nuevo, en una encrucijada constante, inmóvil, sentado al borde del camino y preguntando a los ancianos que pasan por él, - ¿Cuál es el camino correcto?-
Y todos responden lo mismo – Menudas preguntas que tienen estos jóvenes de hoy. Los dos, tontorrón, los dos, pues obviamente, ambos llevan a algú sitio y con ello ya serían caminos correctos, pero lo más gracioso es que todsa acaban llevandote al mismo sitio, al lugar por donde, quieras o no, debes pasar.-
Esta pudiera ser una respuesta que me relajase, pero no, me crispa, me cago en sus pocas y desgastadas muelas, paso de creerles, tiene que haber un camino mejor que otro, seguro, con menos sufrimiento.
Pero la ignorancia es mi única compañera de viaje, y ella me coloca de nuevo en mi lugar, sentado al borde de otro cruce de caminos, caminos sin carteles que indiquen su destino.
Y cuando por fin decido escoger y caminar por uno de ellos, lo hago con los ojos vendados y voy golpeándome contra todos los obstáculos que hay a mi paso. Lo positivo es que voy creando música con cada golpetazo y crujir de hueso roto. Lo negativo es que voy destrozándome, rompiéndome a trocitos, cada vez más pequeño, más pequeño. Tan pequeño que me cuelo por el ojo de una aguja de zurcir bolsillos de derroche.

Pero cuando creo que, exhausto voy a claudicar, aparece ante mí un motivo que me recarga y me vuelve a reconstruir, para de nuevo, pleno, lanzarme a rodar por los caminos. Y ese motivo es el amor, el amor a la naturaleza y a sus infinitas expresiones. Ante mis ojos se muestra la belleza de todas esas expresiones, y no solo eso, si no la posibilidad de aumentar esa belleza y compartirla. En ese instante se detiene el tiempo plegado sobre el canto de un pájaro invisible, convertido en protagonista absoluto del universo en su momento de gloria aprovechado con infinita alegría.

Sí, soy un jodido moñas, me ha tocado, y por suerte o por desgracia no puedo elegir, tan solo puedo elegir esconderlo o no, y elijo mostrarlo. Pero ese es mi motor, es lo único que da sentido a todo en mi vida, el amor a la belleza del vínculo mágico con la Naturaleza que somos. (Joder, me siento como un happyflower con sobredosis de avatar)

Y aquí es donde encuentro la respuesta, escondida dentro de la pregunta como siempre, soñar de nuevo, soñar una y mil veces hasta que el sueño encaje con el molde de la realidad. Así que rescato la capacidad de mi niño sueña-lunas y la incorporo a mi adulto, aún vestido con el mismo pantalón de entonces y que ahora me llega por la rodilla llena de heridas hechas al jugar a esquivar a ciegas los obstáculos del camino. Y con las capacidades adquiridas en el juego, transformo los sueños en más cercanos, pero igual de bonitos.

Pues nada, ya lo he dicho, ahora ya comienzo a escuchar el eco de unas voces lejanas riéndome de mí., porque, qué importancia tiene de qué se rían en realidad las risas de los otros, si yo se las arrebato y las hago mías, para que cumplan mi función autoavergonzante. Como me dijo una sabia niña lobo, solo vemos lo que queremos ver, y yo solo veo lo que quieren que vea mi vergüenza y mi inseguridad, hermanastras del miedo e hijas de la ignorancia, mi gran guía. Ojalá mirásemos hacia donde, en este mismo instante, están ocurriendo cosas que jamás llegarán a ser noticia en los medios de comunicación porque son demasiado bellas y exentas de la dosis de morbo diaria a consumir.

Otro día indagaré sobre el compañero de la ignorancia, con quien concibió a los siameses amor-miedo, porque intuyo que es el gran responsable de que podamos reírnos de nosotras mismas.
Nos vemos en los cruces de camino, sentadas al borde, o de pie, avanzando con los ojos vendados y el corazón como tom tom.