6 de diciembre de 2012

TAKONAZOS


La llamaban Takonazos por no llamarle algo peor. Nadie recordaba su nombre real, ni ella misma. Takonazos era el desastre más grande del mundo, era la peor.
Takonazos nunca llegaba a tiempo a ninguna cita, perdía las llaves, la cartera, las gafas, el bolso, los billetes, las compras, las entradas, el tabaco, los sombreros, la chaqueta, los zapatos, los pendientes, calcetines, las mochilas, y si se descuidaba era capaz de perder hasta la capacidad de hablar. Hace poco había tenido un hijo sin enterarse y aún no se ha dado cuenta pero se le olvidó hace días en la calle, y muchas veces olía a meado porque se le olvidaba lavar las bragas que había olvidado que llevaba.

Takonazos se abría paso por las pistas a codazos, cuando bailaba rompía dientes, narices y hasta hinchaba ojos con sus mamporrazos. Pero ella se creía la reina de la pista cuando le hacían corro, aunque en realidad era por miedo y porque sudaba como una marrana.

Takonazos de tanto tropezarse se le caían los dientes a pedazos. Se había caído 19 veces por las mismas escaleras, metía la pata en el hueco entre el andén y el metro todos los días un par de veces, alguna vez hasta se cayó por la ventana.

Takonazos intentaba ser una hija o pariente modelo, pero solo lo intentaba, porque cuando quedaba con sus padres, sus tías o sus hermanos, nunca llegaba, nunca les ayudó, nunca llegó a tiempo a las cenas, y nunca les felicitó los cumpleaños. Pero ella siempre lo intentaba, una y otra vez con entusiasmo, que por ella no quedará. Aunque bien es verdad que su familia ya apenas la llamaba ni invitaban adelantado lo esperado.

Takonazos transmitía a todo aquel con quien follaba infinidad de enfermedades venéreas: gonorreas, hongos, sífilis, herpes, ladillas, hepatitis, y algunas que ella misma había inventado y estaban aún sin diagnosticar.

Takonazos no vivía en una casa, vivía en un estercolero, para desayunar tenía que buscar entre la basura una cuchara sucia con la que comerse sus cereales caducados en su leche avinagrada. Su cama era como un mercadillo con un puesto de ropa amontonada, y debajo de ella vivía en equilibrio todo un ecosistema de fauna, pulgas, piojos, chinches, cucarachas y hasta ratas. No había quien estuviera en su sala de estar, no se podía uno sentarse, ni ubicarse, ni siquiera respirar. Se le habían caído tantas salsas en el sofá que era como un cuadro acartonado con olor camión de basura al pasar.
El baño era un lugar oscuro porque el moho había ocupado todas las baldosas, y el olor a rancio y humedad era a veces ocultado por el de un gel de baño con olor a ciruelas pasadas que se acababa de encontrar.

Takonazos no tenía amigas ni amigos, le habían mandado todos al carajo porque a todos les pegaba, insultaba, les robaba, les mentía, se liaba con sus novios, malmetía para enfrentar a sus amigas, o se cambiaba a la cuadrilla enemiga.

Takonazos solo veía los programas basura, el resto le parecían aburridos, solo veía películas de zombis o vampiros, se disfrazaba para verlas y montaba en su sofá asqueroso su fiesta privada.

Takonazos no existía, no tenía estudios, documentación, ni pagaba las facturas, no estaba empadronada, conducía sin carné, ni médico, ningún tipo de afiliación, ni le sonaba lo de seguridad social. Takonazos nunca votó, estaba multada en todos los videoclubes, vetada en los bares de su zona, en la iglesia y en los supermercados de toda su ciudad.

Takonazos no creía en dios, ni en la naturaleza, ni en la ciencia, ni en la magia, ni en la humanidad.

Takonazos era así, simplemente, maravillosa, una mujer de la que era imposible evitarte enamorar.

30 de noviembre de 2012

El Mitin

Toda la vida había estado esperando esta oportunidad, por fin había llegado. Desde la Asamblea interestatal se me había invitado a dar una charla conferencia sobre mi visión de la situación actual.
Cuando llegó el día me preparé bien a fondo desde primera hora de la mañana, repasé mentalmente el discurso que tenía desde hace tanto tiempo en mi cabeza, me di una ducha larga y concienzuda para relajarme, me puse mi mejor ropa, mi mejor colonia y me lancé a mi destino.
A la hora de la comida fui a comer con los organizadores del evento y estuvimos intercambiando impresiones y opiniones sobre el amplio abanico del desalentador presente. Después de un café y una copita nos fuimos preparando para el gran acto.
La Asamblea se celebraba en un amplio salón de actos de una antigua fábrica ahora reconvertida en moderno lugar de reunión y de encuentro cultural. Los asistentes fueron poco a poco rellenando los asientos que les aguardaban vacíos. El acto dio comienzo a la hora acordada. Las intervenciones de los invitados fueron mostrando sus teorías y sucediéndose sus exposiciones rítmicamente. Después de dos horas por fin me llegó mi turno.
Cuando pronunciaron mi nombre me levanté, subí al púlpito, me coloqué bien el micrófono, me aclaré la voz y comencé:
"Buenas tardes a todos y a todas, estoy enormemente agradecido de haber sido invitado a este lugar, para exponer de un modo sencillo las ideas que he ido recopilando durante años, a través de la escucha de consejos de mis mayores y cuantos ancianos he hallado a mi paso."
De pronto sentí que la gente guardó silencio, sentí que disponían a prestarme toda su atención, entonces cogí aliento y comencé con el desarrollo de mi filosofía.
"Ya sé que son infinitos los problemas que nos aquejan, todos son profundos y de primera índole, pero en primer lugar les quiero hablar de la crisis, esa crisis que nos afecta sin remedio y que es un regalo envenenado de las grandes esferas, esa cúpula que roba, engaña, manipula y mata. Y es por ello... que...”
No sé qué es lo que me pasó en ese momento pero de pronto mi mirada se perdió en un niño que jugaba en el fondo de la sala, ajeno por completo a lo que allí se decía. Entonces mi discurso perdió peso, se desinfló. Y no porque la gente no lo recibiera bien, no, fue porque para mí perdió su razón. Me pareció manido y sin sentido y rápidamente tuve que cambiar de discurso.
"Bueno, ya saben perfectamente a que me refiero. Pero ahora quiero dejar este tema para abordar otro aún más importante y necesario en los tiempos que vivimos, y es el medio ambiente. Porque vivimos en este planeta nuestro, al cual nadie escucha ni defiende, y del cual nos aprovechamos sin limites, y si no lo cuidamos y respetamos mañana no sabremos que mundo les vamos a dejar a nuestros hijos, porque... ellos... la naturaleza...
De nuevo volví a mirar al niño que ahora estaba en la ventana señalando una mariposa que volaba afuera. Entonces otra ráfaga me atravesó y volví a perder el sentido de mi discurso, volví a perder la sensación de problema y solo me quedaba una carcasa vacía de fatalismo que se iba empequeñeciendo hasta desaparecer.
Trate de recomponerme y pensé en un nuevo tema con el que lanzarme con confianza a este momento que tanto me había preparado. Entonces escogí mi tema estrella.
"Bueno, quiero hacer un alto para introducirme de lleno en la matriz del problema, y es que... nosotros...somos..."
Volví a perder el hilo, el sentido y la razón y me descubrí hablando sin pensar, dejándome llevar por una emoción que me atravesaba y me aplastaba.

"No, estoooo, la vida es... una actitud, no, no, no, la vida es un experimento, no, no, no, la vida es un juego, no, no, no, la vida es un aprendizaje continuo, no, no, no, la vida es una elección, no, no, no, la vida es un apasionarse, no, digo relajarse, no, es equilibrio entre una y otro, no,no,no, es... una ilusión y todo es mentira, no,no, es verdad todo es verdad, aunque quizá es un teatro, o un chiste, ¿ah no! la vida es una tómbola mágica, no,no una partida de ajedrez,¿matrix? esto, je, je, yo... quería decir que todo… está… bien…o no, que todo… es… lo que…es… esto... que todo es... qué se yo, perdónenme, quizá nunca me debí subir aquí, no sé lo que digo, discúlpenme, lo siento, ya me voy.”

Entonces me bajé, salí de la sala sin mirar a nadie, me fui a mi casa, me metí en la cama y me dormí.
Cuando desperté al día siguiente había perdido el habla, solo podía mirar con los ojos muy abiertos, entonces salí a la calle, me adentré en el mundo y desaparecí.

14 de octubre de 2012

Camino recto, y siempre serio.




Encendí el candil y pude ver a un niño escondido tras la puerta del armario,… apagué el candil.

Mi profe de mates me dijo que yo era tuerto, que solo podía ver con un ojo y que así nunca podría descomponer la vida en cuentas, y sin eso, lo demás eran cuentos, y los cuentos… no eran serios.

La verdad es que ahora soy tuerto, manco, cojo y además un poco sordo. No por vicio, si no por obediencia ciega.
También me faltan órganos vitales, me faltan huesos, piel, tendones y materia gris que hace que sea inútil el mover de mi cerebro.
Pero vivo sin problemas, cago poco, duermo mucho, apenas canto y soy útil como picabilletes de mercado.

A veces me enamoro de las muñecas de trapo que veo en los escaparates viejos. Entonces me entran dudas de si elegí bien cuando me negué a que implantaran el chip que me transformaría en una aspiradora de último modelo.
Otras veces me veo reflejado en el agua de los lagos y escucho el rascar de las espaldas de los árboles por el viento. Y también me entran dudas de si debí quemar aquel desierto.

Paso por la vida como un nazareno con el paso acompasado al tambor y a la trompeta, concentrado, no miro sino de frente, nunca miro hacia los lados, no me importan las personas que se agolpan a mis lados, ni las tiendas, ni los bares, los estancos y los bancos… ni de sentirse oscuro ni de sentarse claro.
Llevo cien mil millones de kilómetros andados, siempre descalzo, siempre en silencio, concentrado. Que no me despeine el aire enfadado.
Siempre recto, no tuerzo en las esquinas ni me paro en los semáforos, y si entro en una selva, derribo los árboles con un libro y un rosario, que se aparten, que soy yo quien está andando.
Atropello elefantes con mi pies tanques blindados ¿son idiotas? ¿o de puro gordos se han parado y no me han visto por mirar a ese bocado de tréboles de mala muerte y cuatro chavos?

Los espejos me devuelven una imagen bonita, pero sé que no soy yo, yo soy tuerto, manco, cojo y además un poco sordo. Aún así se lo agradezco. Sin ellos me habría detenido hace tiempo, hubiera mirado hacia los lados, llenos de carteles y de helados, y ahora sería un elefante gordo que escribe en un teclado.

La vida es como viajar en un tornado, dando vueltas muy deprisa cuando estas abajo y más despacio desde arriba, ya en el circulo más amplio. Es como encender un candil, y cuando ves que está alumbrando, apagarlo por si acaso.

13 de septiembre de 2012

EL HOMBRE Y LA MUJER ORQUESTA


Un día me paré a pensar en mi soledad, en mi angustia, en mi desasosiego, en mi inexistencia,… en nada.

Ese día salí a la calle, solo, pasé por delante de una tienda de animales, y tres minutos después salí con un perro entre mis piernas.
Decidido me dirigí al parque más próximo y allí me puse a conversar animadamente con todas las personas que allí paseaban a sus perros. Ese día y los sucesivos hablamos de celos, de alimentación, de antipulgas, de correas, arneses, bozales, piensos, camas, castraciones, adiestramiento, cachorros, destetes, mierdas, meadas, veterinarios, perreras, adopciones, etc., etc. Fueron momentos maravillosos que siempre recordaré con cariño.

Pero otro día volví a detenerme a pensar y…
...  pasé por delante de un bar y a los tres minutos salí con un bebé entre las piernas.
Con mi bebé y mi perro pasee por el parque para conversar animadamente sobre chupetes, biberones, cólicos, sueño, alimentación, pecho, lloros, juguetes, cunas, educación, sillitas, cochecitos, ropita, dientes, pañales, potitos, cremitas, etc., etc. Que grandes instantes viví, desde entonces forman parte inseparable de mí.

Tres meses después me volvió a dar un ataque de pensamiento y…
… pasé por delante de una librería y a los tres minutos salí con el equipaje del Atleti  entre las piernas.
Con mi perro, mi bebé y mi habito me pasé por el parque y me puse ha hablar de fueras de juego, penaltis, tarjetas, escuadras, cambios, taconazos, vaselinas, rabonas, faltas, árbitros, porteros, suplentes, palomitas, entrenadores, clubs, fichajes, lesiones, estadios, entradas, hinchadas, canteras, ligas, etc., etc. Cuanto aprendí y disfrute de estas veladas de discusiones infinitas y enriquecedoras.

Poco tiempo después tuve un sueño revelador y…
… pasé por delante de una discoteca y a los tres minutos salí con el kit Zen entre las piernas.
Con mi perro, mi bebé, mi ropa del Atleti y mi sabiduría Zen me fui al parque para hablar de meditaciones, mantras, asanas, respiraciones, mandalas, koans, monjes, arcos, música, te, limpiezas, artes, salud, vacío, ser, atención, silencio, pureza, sencillez, etc, etc. Ahhh, que lindos vahos de sutil impermanencia aún pueblan mis remansos de volatil existencia.

Dos semanas después me cayó un rayo y …
… pasé por delante de una tetería y a los tres minutos salí con el carné del Partido Politiquista entre las piernas.
Con mi perro, mi bebé, mi ropa del Atleti, mi sabiduría Zen y mi carné del Partido me di una vuelta por el parque para departir sobre mociones, escaños, leyes, diputados, enmiendas, votaciones, sanidad, carteras, elecciones, ministerios, hemiciclos, justicia, bancos, ejércitos, PIB, sostenibilidad, bolsa, etc., etc. Supongo que el destino de pueblos y paises han sido modificados por estos momentos de implicacion personal en la mejora del mundo.

Un día después el viento se llevó mi casa y…
… pasé por delante de un ayuntamiento y a los tres minutos salí con una camisa de fuerza entre las piernas.
Con mi perro, mi bebé, mi ropa del Atleti, mi sabiduría Zen, mi carné del Partido y mi camisa de fuerza me pavonee por el parque mientras hablaba de ansiolíticos, electroshock, terapias, psiquiátricos, traumas, programas de la tele, arneses, bozales, perreras, veterinarios, meadas, sueños, lloros, pañales, sillitas, fueras de juego, taconazos, entradas, palomitas, meditaciones, respiraciones, música, limpiezas, arte, salud, vacío, silencio, de leyes y de justicia. 

Siempre recordaré con agrado aquel día en que me paré a pensar y el pensar me paró a mí, me detuvo, me juzgo, culpable y me encarceló.

6 de agosto de 2012

El gato sin dados.

Un dado mágico gira y gira suspendido en el aire. Cae y rueda por el suelo danzando a brincos mostrando todas sus caras numeradas. Todas las opciones ruedan y saltan. Y mi destino se para esperando a que el dado detenga su marcha. Cada vez baila más cansado, gira sobre sí agonizando su inercia. 
Y por fin, se para. La suerte esta echada.
 
O no? 

Me hago diminuto y me acerco al dado, le beso la boca del uno mientras le masajeo el dos que no hay sin tres aunque quepan y puedan comer para que vuelva a latirle el cuatro cinco segundos más tarde y repitamos tirada los seis. Ya está, la suerte cambiada.

Pero que presión, trabajo de chinos negros a las ordenes de un blanco descerebrado. ¿He de repetir esto en cada elección? Me cago en todos mis huertos para que se abonen hasta envenenarse, por qué no hay un destino a medida, o un personal shopper que no esté chalao. 

Me siento y pienso, como Rondín, cruzo las piernas, como Siddharta, me elevo del suelo, como un imán se aleja de su igual, me alejo de la tierra que soy para ver el cielo que busco y que me libre de la mala suerte de tener que tirar el dado malvado, y que me regale una sonrisa cada mañana, y que me acaricie el pensamiento cada tormento, y que me muestre el futuro eterno tras el invierno. 

Y el reloj marca el tempo de una saeta, y el dado gira infinitamente suspendido en el aire porque no le dejo detenerse con mi pensamiento, porque no sé qué numero prefiero y lo dejo todo en stand by hasta tener una respuesta. 

Me miro al espejo después de 80 años y sigo siendo un veintegenario, sin arrugas, sin patas de gallo, sin emociones ni arrebatos. Pero en ese momento decido que ha llegado la hora de detener al derviche cuadrado, ha llegado la hora de elegir el numero afortunado.

El uno la unidad, esencia del todo
El dos, la dualidad, la polaridad que completa.
El tres la santísima trinidad, padre madre hijo, mente cuerpo alma.
El cuatro, la estabilidad, las direcciones, los elementos.
El cinco, la quintaesencia, los sentidos. 
El seis ... el seis ... el seis ... el miedo la duda.

Pues elijo el seis que es especial y no está comprado por un mito falso. A tomar por saco, ahora es el dado el que no se quiere parar. Parece ser que el seis no le debe gustar. ¿Y ahora qué hago? No dispongo de otros 80 años, ni de un dado con más lados. Mierda que angustia, que impotencia.

En ese momento se acerca un gato y me mea en el zapato, un silencio denso corta el instante, y de pronto una risotada monumental hace vibrar mi habitación con un eco de campanas gigantes, me meo de risa en mi zapato de cemento armado.

Así de simple y llano.



19 de julio de 2012

Atrapadas en ácido opiosulfúrico

El tiempo se ha detenido hace tiempo, nada sucede, nada cambia. Las personas seguimos rompiendo los huesos a puñados, mientras sorbemos la sopa de animal con sonora educación.
No corre ni el aire, un hombre de traje con chaqué y bombín cruza por delante de un carro de 100 caballos mientras un eunuco biónico trata de hacer fuego frotando palos y piedras.
Ni el agua se mueve, tan sólo espera sumisa a que le echen por encima otro bidón de mierda.
Una niña encadenada juega a la pelota mientras se tropieza una y otra vez. 
Un inventor de inventos inventa un invento super nuevo que cambiará nuestras vidas para siempre. ¡¡¡Ohhh! Vaya, no lo pudo conseguir, se murió de hambre. Otra vez será.

La esperanza es lo último que se pierde, por desgracia, pues la frustración es lo único que se gana.

Matamos el tiempo intentado cambiar algo, protestando, girando el mundo hacia el otro lado, poniendo arriba a los de abajo, pero en realidad nada cambia.
Nada sucede, nada cambia, todo es un juego mental que nos mantiene entretenidxs y abstraidxs de la cruda realidad, que nada sucede, nada cambia.
Todo se repite una y otra vez. Un decorado móvil pasa por delante de nosotrxs para simular que hay movimiento, pero no lo hay. 
No existe el tiempo, si existiera no hubieran sido necesarios los relojes. 
Nos han borrado el chip de la memoria para que no nos demos cuenta de que ya hemos existido millones de vidas antes de esta, y viviremos otros millones de ellas más, como autómatas, dormidxs, asustadxs creyendo que nos vamos a dormir definitivamente.

Quizá el único cambio sea despertar, pero qué ¿coñones es eso? 
Despertar, dejar de existir eternamente atrapados en la vida. 
Despertar, darse cuenta de que estamos dormidxs.
Despertar, darse cuenta de que somos sólo títeres cósmicos con orgasmos místicos.
Despertar, darse cuenta de que no somos libres.
Despertar, ... vaya rollo, me voy a dormir que ya es tarde.

Ojalá estuviera equivocado y pudiera ver un destello de algo que aparece inédito, algo original, algo ... mierda, maldita esperanza.
Hala, a seguir jugando al juego, qué remedio. 

(Voy a hacer un alto para meterme un poco de opio por el culo, perdón, por el parón, no por la acción ni el canal utilizado para la misma)

Como iba diciendo, seguir jugando al juego, qué remedio ... Eso sí, sabiendo que en el otro fondo somos libres, que aquí todo es mentira, y que en realidad nada nos afecta ni oprime. Que somos algo inmenso y que si queremos podemos disfrutar de la existencia sin miedo. No necesitamos correr, ni pelear, ni robar, ni na. Todo sobra, el futuro presente es de abundancia y paz. Quien diga lo contrario miente.

Buenooo, mucho mejooor, así un@ se va a la cama mucho más tranqui. Bendita bipolaridad ciclotímica opiosulfúrica.


5 de junio de 2012

La piel



Siempre alado tuyo
A veces no todo son dientes que rasgan la carne llegando al alma. En ocasiones también hay piel sonriente, tímida, avergonzada de su falta de fronteras y murallas. Tontitas buscan caricias porque son el alimento que les sostiene, lo demás es falso, sólo las caricias alimentan, el resto de comidas sólo engordan.

Cuando se pone el Diente rey y se esconde la Soluna, aparecen los niños bajo las piedras para jugar a ser mayores, pero con las reglas de las niñas el juego es más divertido que la realidad y los fantasmas se enganchan a las drogas para no volver a su inframundo.

Las lágrimas podridas de lxs poetas ensucian su sangre y contaminan los ojos de quien mira las letras enfermas. Lxs poetas deben abominar su poesía para dejar que les crezca dentro de su cuerpo un cerezo. Cuando el cerezo ha crecido dentro del cuerpo y salen las cerezas por los poros, entonces pueden escribir poemas que sirvan al mundo, hasta entonces sólo deben escribir recetas de cocina que sirvan para engordar anoréxicos.

Cantan las fábricas nanas para las alondras, y al ocaso sale incienso de sus chimeneas para endulzar las meditaciones estáticas de quienes observan el baño de la estrella.
Se encadenan abrazadas las personas y las lagartijas para rodear la tierra con un anillo mágico que evite las vibraciones negativas de los miedosos.
Bailan los papeles con la brisa, escapándose de sus carteras para devolver la identidad a sus esclavos, y se les unen los billetes de todas las clases, sexo, razas y religiones.

Hay noches que escucho a todas las pieles pidiendo un cuerpo onírico que sienta tan intensamente como el otro.
Y gritan para que les escuche su dueña dormida y les traiga un regalo por la mañana en forma de dibujo con el dedo sobre el vello.
Y rezan al dios que les soporta para que les toque un premio en forma de lluvia que les cubra de suspiros.
Y exigen que les devuelvan sus murallas si no van a ser ametralladas con besos.
Y aúllan a la Luna para que eloquezca a las cabezas de piedra y perdonen los errores de la inocencia dejandoles sin castigo y premiandoles con cuentos de chocolate y sueñito que se les lleve a su país junto a lxs niñxs.

La piel no sabe a quién pertenece, no sabe si es la frontera que te separa del aire o es la frontera del aire que le separa de ti. Por eso está triste en tierra de nadie, mendigando un trozo de otra piel que la cubra, la toque y le recuerde quién es.

20 de mayo de 2012

Lo promentido es duda


Queridxs amiguitxs de este mundo, estamos hoy aquí reunidxs para contraer patrimonio con nuestra única pareja que jamás nos abandonará,… nuestra parte ridícula, esa parte cutre que tratamos de ocultar para parecer más cools, más ins, más respetables y más chachis pirúlis.
Esta parte, a la cual ahogamos constantemente pensando que va a tirar por tierra todos nuestros esfuerzos de labrarnos un respetuoso lugar en esta sociedad, finalmente va a convertirse nuestra salvadora, si le damos cancha claro. Será esta parte de la cual nos podemos reír la que liberará del peso de la indescifrable existencia y que nos aportará la libertad para alcanzar la sabiduría máxima, el momento eterno de felicidad efímera.

Y cómo no vamos a reírnos de nosotrxs, si motivos tenemos, y muuuchos. Estos cuerpos torneados por un pariente de Botero borracho, no se merecen que les juzguemos por el rasero de la moda, se merecen que los bañemos en vino mientras nos reímos de nuestras curvas, descuelgues, estrías, lorzas, verrugas, pellejos, pelajos, huesacos, amorfidades, purulencias, olores, deposiciones, calvas, tics, y un sinfín de maravillas que nos hacen seres únicos e irrepetibles. (por suerte)

Quién no ha tenido un tropezón, o se ha caído de forma estupida y luego se ha levantado mirando a ver si alguien le había visto, pues claro que te han visto, seguro, y se han reído de ti bien a gusto, cómo no.
Quién no ha dicho la estupidez más grande posible mientras la defendía a capa y espada ignorante de su burrada, y en algunos casos hasta ha salido en la tele.
A quién no se le ha escapado un cuesco en un mal momento, o ha llevado pegado un moco o algo peor mientras intentaba ligar o tenía una entrevista de trabajo.
Quién no ha hecho una apuesta absurda y la ha llevado hasta su máxima expresión causándole un mal que estuvo a punto de costarle caro.
A quién no se le ha roto la ropa dejando al descubierto algo que no quería descubrirse, o llevaba la ropa del revés, mal puesta, arrugada, sucia por haberse sentado donde no debía, o simplemente parecías un espantapájaros aunque te costara creerlo.
Quién no ha saludado a una persona confundiéndola con otra o le ha cambiado el nombre por el de su ex.
Quién no ha tenido una noche de gloría etílica y ha protagonizado una escena ridícula a más no poder mientras se sentía la puta jefa de la noche.

Y podría seguir así infinitamente, porque somos seres ridículos, estamos hechos para que se rían de nosotrxs, y para que nosotrxs podamos reírnos del resto de personas, esa es nuestra maravillosa esencia. Pero esa risa no es de crítica como la que estamos acostumbradxs, no es para disminuir a la persona de enfrente, es para empatizar con su esencia ridícula y compartir simpleza humana desde el cariño, el respeto y la comprensión profunda.

Así que ríete de ti, para así poder dejar que lxs demás se rían también de ti, regala esa posibilidad de relativizar y descomprimir esta olla a presión en la que se ha convertido la vida.

Porque somos ridículos, somos animalitos, somos frágiles y cómicas, estúpidos, incoherentes y sencillas, y esa es la clave de la libertad, el resto es una cárcel impuesta a la que le hemos puesto barrotes de oro y defendemos como cancerberxs.

A por ellos

12 de mayo de 2012

Pecados carnales. El sucio baile de los pobres



Vivimos una vida ilusoria con las reglas de una real, como si fuéramos figuras de un juego que por la noche se desparraman entre sus sueños por los bordes del tablero. Y por la mañana de nuevo nos barren y friegan los restos, nos meten el algodón otra vez dentro y nos vuelven a coser las heridas. Y así paseamos por las calles sin prestar atención a las guillotinas que marcan los límites.

Pero en el fondo queremos ser piratas, y revolcarnos sucias entre sexo de ron con tres a la vez. Mentiremos verdades virginales para conseguir que nos deseen los perros y nos monten de rodillas en mitad de un salmo para así llegar ante dios y reírnos a su cara.
Las rejas del cerebro impedirán por un corto espacio de tiempo que nos desbordemos y locas nos desnudemos en mitad de una comida familiar para ofrecer sexo violento a las madres de nuestras parejas.
Obligamos a nuestros tutores a que nos mutilen los bajos instintos para que así se mantenga el orden, no vaya a ser que la vida se les meta por el culo … y les guste.

Al acabar un concierto una “fan” me dijo: - Que guay tío, eres diferente a los demás – Claro – respondí. – así follo más – Ella se rió incómodamente buscando la broma o la posible verdad de la que huir . Al final volvió a decir – Joder tío, que sinceros eres, gracias. – Y yo pensé – ¡esta es imbécil!, mientras en mi cabeza sonaba extremoduro cantando – “Si te crees toas mis mentiras que vacía debes estar”. Después la llevé a mi casa y me la follé con desgana pornográfica. Al acabar me inventé una excusa y la largué rápidamente mientras le daba un teléfono falso y le decía que para mí también había sido especial.
Volví dentro, cerré la puerta, esperé... llegó una visita inesperada, le abrí y le sonreí – ¿Qué tal la vida? – Me peguntó – Bien – Le respondí. Entre medio vivimos sin enterarnos entre mentira y mentira. El resto de verdades falsas esperaron con miedo a que se fuera.
Cuando ya se iba le conté un chiste, cerré la puerta, y… me derrumbé entre lágrimas niñas.

Disparamos al enemigo con los ojos cerrados, mientras la bala y la lágrima buscan a la vez caminos paralelos. Y cuando la lágrima impacta en la frente del enemigo, entonces queremos besarle esa misma frente para acompañarle tristes en su camino hacia el más allá.
Nada tiene sentido ni deja de tenerlo. Nada es real ni deja de serlo. Nada importa ni deja de tener importancia. Nada es tuyo ni deja de serlo. Nada es verdad ni mentira. Nada es mejor ni peor. Nada es ni deja de ser. Nada es… nada

Vivimos una vida ilusoria con las reglas de una real. Tras las rejas de la cárcel que custodiamos para que nuestro vecino no salga de la suya y entre en la nuestra. La cárcel que construimos para contenernos, para detenernos, para mutilarnos, para impedirnos ser lo que somos, para portarnos como hay que portarse, para ser como hay que ser.

A veces lloramos, pero otras somos capaces de cosas increíbles, y de bailar al ritmo del diablo las canciones de Calle 13 que hablan sobre mentiras especiales.

2 de mayo de 2012

EL GRITO DE LA LECHUZA



La noche nos asusta, es atávico, los bosques, la naturaleza salvaje, es la parte de la vida que roza con la muerte. Sin esa parte la vida no es vida, es huida.

Por las noches salen los animales prohibidos, los que asustan y los asustados. Por la noche salen los miedos desatados y la locura campa plena porque no es locura, es miedo a la extrema cordura.
Gastaremos la energía del planeta para iluminar todos esos miedos, pero nunca lo conseguiremos, siempre estarán ahí, para completar la vida que somos.

Hoy en día solo prima la razón, la mente lógica y ordenada, útil y proyectada. Pero la vida es irracional y desordenada, incomprensible, infinitamente efímera e inestable.
Así que algo estamos haciendo mal, las sociedades se soportan sobre dos pilares basados en la razón y la violencia, y ambas son contradictorias.

Yo propongo el amor a lo irracional.

Nunca sabremos quiénes somos, ni para qué vivimos, ni ninguna de las preguntas que siempre nos han preocupado. Tan solo podemos intentar vivir de la manera que creamos mejor. Tan solo podemos intentarlo, tan solo podemos buscar, lo demás son ideales que nos harán sufrir por no conseguirlos. Sí, también son metas, objetivos, bla, bla, bla, pero nos harán sufrir, no digo que sea malo, ni bueno, es lo que es.

Muñequitas? Creadoras?  Agarro las riendas de la vida, por si no hay destino, con dos deditos, por si no hay riendas.

Vida = Buscar, buscar, buscar, buscar, buscar, buscar, buscar, buscar, buscar.

                                               Fin

Tra la ra ra, la ri ro ra, ti to ta rii...

7 de abril de 2012

LA SECTA DE LOS ILUMIWATER


Estaba sentado en la taza del water, con los pantalones por las rodillas, en mi mejor momento, esperando a que Marilyn Monroe apareciera con sus faldas de vendaval para suplicarme sexo. Soportando el mundo desde mi cúspide de la razón de la existencia.

Entonces,… en aquel mismo instante,… me iluminé.

En aquel instante lo vi todo claro. Comprendí el sentido de toda la existencia. Suponía tan solo, algo tan sencillo como… tener una buhardilla en Manhattan, cabalgar una Harley Davison por las infinitas llanuras de Arizona. Comprarse una isla en las Maldivas y ponerle el nombre de tu último periquito muerto. Cruzar Rusia en un trineo tirado por los hijos de colmillo blanco. Follar con un joven operado que vive creyéndose ser la reencarnación de la fallecida  Amy Wynehouse mientras te toca en directo Elton John una canción sobre la libertad.
Era tan solo eso, nada más sencillo y fácil de realizar. Tan solo eso suponía realizarse como ser humano. Y yo toda la vida buscando un sentido transcendental a mi vida, y estaba delante de mis narices.

En ese momento me levanté iluminado por aquel rayo de conciencia sublime y perfecta y me encaminé hacia el banco para sacar todo mi dinero y disponerme a iniciar mi viaje espiritual.
Pero… que gran contratiempo, me olvidé de subirme los pantalones y me caí por las escaleras rodando como una rosquilla moderna que a fuerza de golpearse infinitamente se acaba convirtiendo en un donuts. Con tan mala suerte, que debido a mi impulsividad lumínica también me olvide de limpiarme el culo, y en aquel rodar tan perfecto acabe hincando mi prominente nariz en mi profundo agujero negro.
Cuando llegué abajo de las escaleras, para mi mayor sorpresa me estaban esperando un sequito de personas que tenían la punta de sus narices del mismo color que la mía tras insertarse en mi orificio de salida. Al detener mi doloroso rueda-crucis todos se arrodillaron y rezaron un salmo extraído del libro titulado “como triunfar siendo un imbecil”  Y sintiéndome unido a Paulo Coelho en su viaje interior por el camino de Santiago me tuve que masturbar para expresar mi jubilo inexpresable a través de mi boca de borderline.

Hoy hace exactamente 14 años de aquella experiencia mística, y solo puedo decir que no he sido capaz de cumplir ninguna de aquellas visiones mágicas. Hoy a mis 48 años tengo que declararme públicamente como un ser que ha perdido su vida estúpidamente sin conseguir realizar ninguna de esas simplezas que hacen de la vida algo digno de ser vivido.
Y es por eso que decido cambiar mi raza y convertirme en un chimpancé de la isla de Orinoco, una especie única que solo se conserva en el jardín flotante del matrimonio de los Luttenberg, pareja famosa por viajar desde Alemania para crear un nuevo arca de Noe en la que no tenían cabida los animales que les recordasen a dirigentes políticos y militares de renombre histórico. (Lastima de hienas que se perderán en la infinita lista de la extinción por estulticia)

Así que en este cumpleaños os invito a convertiros a la secta de los Ilumiwaters, porque son el futuro, que hostias, son el presente, son la única salida, son …la gran mentira a la que la locura nos da acceso para liberarnos de la conciencia de esta mierda de mundo y transportarnos a otro mundo perfecto, donde la estupidez es la joya de la corona que toca nuestra cabezas levantadas con un collarín Masai que alarga la dignidad, cual Yess Extender el pene de los hijos de madres castradoras y padres con complejo de culpa sin expresar.

Y al levantaros de vuestras letrinas, impulsados por la luz de vuestra nueva conciencia iluminada,… no olvidéis limpiaros bien y subiros los pantalones, porque será lo único que os salve de despertaros del sueño de luz por el intenso olor que proviene de vuestras mismas narices pigmentadas por el ejercicio yoguico del rosquiladonusmanhathan.

Buena suerte, y que mazo chakras os eviten pasar por el Budhas Factory.

5 de abril de 2012

A veces ... perdemos


Cuidadito que me brotan el sarcasmo, el cinismo y la ironía de las suelas de mis botas, y me río hasta de Janeiro.
Cuidado que las lágrimas ya dejaron limpio el paso a la brutalidad y el macarronismo poligonero y cafre. 
Ahora todo está húmedo, y resbalan las cosas importantes por mi mente tobogán y saltan fuera de mi compasión para estrellarse contra los bordes casi inexistentes de mi perímetro limitante de corrección exterior.

Hoy me río de los listos, y me río de los tontos. Me río de los correctos, los santos y de los libertinos. Me río de las responsables, las liberadas y de las descerebradas. Me río de las respetables, coherentes y de moral intachable. Y me río de los chulos de coche tuneado, de los empollones de gafas de pasta, de los aventureros de pacotilla, de los espiritualoides baratos, de las ejecutivas agresivas. Me río de los soldados, policías y demás obedientes sin personalidad. Me río de los curas, las monjas y de los corderos degollados. 
La sociedad es un perfecto teatrillo en el que la inmensa mayoría representamos unos papelillos sin relevancia en la estructura dramática, sin ningún tipo de  repercusión en el hilo argumental, sin poder para modificar el desenlace y posiblemente invisibles en los títulos de crédito. Y yo hoy, me río de nuestra inmensa estupidez, la cual nos hace creernos el papel que representamos, y en base a esa seguridad tan aplastante somos capaces de matar por defender nuestro pedazo de papel secundario sin frase.Me río de todo, bueno de todo no, hay cosas y personas que no me hacen ni puñeterisima gracia.

No me hacen gracia ninguna de las personas que se encuentran en las altas esferas de esta sociedad putrefacta. No me hacen gracia los políticos poderosos, ni los banqueros influyentes, ni los religiosos omnipotentes, ni los empresarios todopoderosos, ni la realeza soberana, ni los altos cargos militares asesinos.
Pero a esos poderosos hijos de mala sangre, hoy les deseo lo peor que les puede pasar, les deseo convertirse en victimas de sus propias barbaridades. Les deseo que pierdan el poder, que pierdan el dinero, que pierdan el estatus, que lo pierdan todo y se diluyan en la masa borreguil, que vivan dentro de su peor pesadilla sin poder escapar de ella, sin un mañana donde despertar y volver a ser quienes eran y tener lo que tenían.
Aunque bien mirado parece que puede ser hasta un favor, porque iban a aprender un montón, pero bueno, pues que aprendan pero sufriendo, jodidos y sin posibilidad de disfrutar de clemencia, compasión ni piedad. Que cumplan su merecido castigo. (que pena que no crea en la justicia, ni humana, ni divina, ni poética)

Que buen rollo eh? Como mola esta vida guay. Cuanta libertad, independencia, autorrealización y felicidad, verdad? Si es que tenemos una suerte, ayy! Cuanto peor viven en otros lugares, en otros lugares que hemos jodido claro, en otros lugares que nos empiezan a afectar. Y mañana posiblemente nos toque vivir a nosotros en esos otros lugares, y diremos: Ayyyy! Cuanto peor vivirán en otros lugares! Y nos inventaremos las excusas necesarias para negar nuestra miseria real. Bendita capacidad de tragar mierda.
Y con esto no quiero decir que no haya cosa buenas en esta vida, las hay y muchas, pero generalmente estan en la naturaleza o en la esencia de las cosas y el sentido profundo que se esconde detrás de tanta basura. Pero esta belleza no resta ni un ápice la inmundicia que nos rodea, simplemente la hace más real y le da sentido, nada más.

No somos así o asao, estamos de alguna forma momentánea y cíclicamente, y yo hoy estoy así, hecho un volcán triste que escupe lava en forma de palabras cenicientas. Se que nadie me lo tendrá en cuenta, porque apenas aparezco en un par de escenas y solo soy un extra que pasea por el fondo de la escena sin mirar a cámara. Así que me permito el lujo de babear espumarajos públicamente, sabiendo que mañana me despertaré de otra manera y veré la misma mierda, pero maquillada por mis gafas de disfrazar miseria, y nadie recordará que ayer me escurría lava por la barbilla, y no llevaba lavero.

31 de marzo de 2012

29 M - Crónica de una Mani esperada


La manifestación del 29 M, no ha sido una manifestación más, había algo, un germen de algo que comenzaba a abrirse camino entre la espesura de nuestro cazurrismo social.
Había algo que se podía sentir, pero no se podía conocer. Era algo que yo considero que es la base necesaria para que se de un cambio social real.

El corazón, las emociones y los sentimientos.

Pero eso no se podía conocer, porque si intentabas examinar mentalmente lo que allí estaba sucediendo el cambio era apenas perceptible. Es cierto que había mucha gente y de diferentes movimientos y pensamientos, y eso ya es un cambio. Pero cada uno de esos grupúsculos estaban acotados por carteles y demás mensajes mentales, que no hacían otra cosa que delimitar una diferencia con el resto de los allí presentes. Por eso no se podía conocer, porque mentalmente, seguía habiendo desunión.
Pero emocionalmente, comenzaba a haber unidad. El sentimiento real era que estábamos allí todxs juntxs, en el mismo espacio-tiempo por una misma causa-mierda.

Pero sobre todo pude observar que había una dicotomía paseando entre la gente, estaban mis inseparables amigos, los siameses amor-miedo. Había gente que protestaba asustada por algo que les quitaban y que parecía amenazarles sus bolsillos-estabilizadores de vida (Aunque todxs sabemos que el dinero es solo un  placebo mental y la estabilidad no existe.) Pero también había gente que simplemente soñaba de corazón con un mundo mejor, un mundo sin tanta mamonada y donde se pueda hacer las cosas sin tener que estar preparado para saber por dónde te va a venir la hostia. O visto desde el otro lado, estar preparándote para saber por dónde darle la hostia al otro, no vaya a ser …que te la den a ti

La mente no es la solución, es el problema. Con ella no vamos a salir de este entuerto, la única salida está en la confesión pública de nuestras miserias y debilidades, y de nuestras pasiones y esperanzas. Solo así no seremos jueces que son juzgados, seremos personas creciendo, personas que hierran mientras aprenden y que necesitan del respeto y apoyo del resto en ese mismo proceso en el que nos incluimos todxs ineludiblemente.

Y qué si queda camino? Pues un montón, hay mucho que caminar para encontrar estructuras aglutinantes y actitudes respetuosas. Pero algo es algo, o es mucho, porque tampoco podemos esperar que ahora de repente se vayan a deshacer nuestras estructuras mentales disociativas que lo único que hacen es acotar asustadas las diferencias existentes entre tú y yo, no vaya a ser que yo desaparezca.  Llevamos siglos montando este circo, ahora desmontarlo va a llevar otro tanto tiempo.

Así que dejemos de defender asustadxs nuestra miserable parcela en el país de "Yoeland", y quizá al soltar amarras descubramos que, sorprendentemente, detrás de lo que nos asustaba y de lo cual huíamos, estaba esperando escondido lo que buscábamos.

Imaginemos, soñemos, creemos nuevas maneras de estar y vivir, pero sobre todo, dudemos de lo que creemos que sabemos, porque es mentira, es la mentira que nos ha servido de realidad, pero que ya no sirve. Hagamos explotar nuestros sistemas de creencias porque son estupidos y caducos. Desnudémonos por favor, pero no nos desdudemos. Y que la próxima manifestación sea diferente, creativa, divertida y emocionante. Que sea un regalo, una fiesta a la que queremos acudir, la fiesta de la transformación, un ritual cíclico al que tenemos que rendir culto para que nuestra tendencia a fijar las cosas como algo que sirve para siempre vaya dejando paso al ciclo de la renovación constante que es la vida-muerte-vida.

Nos vemos en las calles.


26 de marzo de 2012

Gui ar de champions


Lesbianas y feministas animando a un montón de machos alfa en calzoncillos, artistas y culturetas con las cara pintadas de forma cutre, cutre, macarras y pasotas gritando eneérgicos oee oee, nacionalistas baskos y peperos abrazados felicitándose, ejecutivos disfrazados de populacho regándose casposos y embrutecidos con la vota de vino, amas de casa encantadas en sus salones unidas a sus marido que se rascan los cojones... no es el 15 M, no es la unión del pueblo por el cambio de conciencia, no es la salida de la crisis de valores y la llegada de la cordura... es el furbol mas chusquero y patrio en estado puro.

Cuando tu equipo acostumbra a perder, la gente critica y observa despegada como otras personas y aficiones que si ganan, caen en el cazurrismo máximo de berrear arengando a unos chavales (a menudo descerebrados) que corren tras una pelota en nombre de un equipo de fútbol que tan solo representa una bandera política.
Pero cuando es tu equipo, ( o "esa panda de mataos" como acostumbras a denominarlo) el que gana, entonces todo cambia, entonces puedes ver todas esas maravillas de la naturaleza humana chorreando por las esquinas, y entonces el pensamiento crítico desaparece y ocupa su lugar una especie de relajación propiciada por nuestro coach interior, desde la cual todxs con acento argentino repartimos generosamente consejos de paz y amor socio-furbo-espiritual.

Conclusión, no nos gusta el fútbol, nos gusta ganar. ( Pero... ¿Lo importante no era participar? ..Ayy que risa Felisa)

Aunque ... bien mirado... quienes ganan son ellos, y muuucha pasta, algo indecente para estos tiempos de ... x. Poco pan y pésimo circo. Todo sigue igual. (Menos mal que por debajo hay hormiguitas y enanitos trabajando, esperemos que tengan energía para aguantar) Nos la han metido doblada con esta poderosa arma de control masivo y encima le encontramos justificaciones que creemos salen desde nuestra libertad de pensamiento, ¡ ja ! Que le jodan al fútbol.

Alma de cortarrollos.

4 de marzo de 2012

La hora de las plañideras


Hoy voy a hablar del personaje que represento en los mejores teatros de la calle, solo de ese muñeco de trapo que está cogiendo polvo en la estantería de mi felicidad, y desde detrás del cartel luminosos con letras de neon que brillan con mi nombre.
Casi siempre es la tristeza la que envuelve con cariño mis palabras en aromas melancólicos, la frustración las incendia como martes enojados y el miedo las expele al exterior en busca de objetivos contra los que impactar. Pero en esta ocasión, es la unión de los siameses amor-miedo la que me empuja y arrastra a hacerlo, y es desde aquí, desde donde parte hoy mi historia.

Un guerrero asustado no es aquel que sueña entre flores carnívoras que no puede lograr sus sueños, un guerrero asustado es aquel que comienza a sentir en la punta de su tristura, que muchos de sus sueños son inalcanzables.
¿Y ahora qué? ya no puedo dessoñarme, ni desfrustrarme por no alcanzar esos sueños. Tan solo puedo llorar cien lágrimas de fuego por la derrota de mi niño sueña-lunas, de mi niño victorioso en todas y cada una de las batallas a las que se presenta como libertador del universo. La derrota de mi niño, la ruina de mi niño. 
Podría significar la victoria de mi adulto, pero eso me suena a campana de iglesia llamando a coro con las trompetas de semana santa: Arrúguense, es la hora de las plañideras. Y todas sentadas en sillas me rodean y lloran.
Mas no hay salida ni vuelta atrás, y ya apenas conservamos la capacidad de aullar, y eso si que era útil. Aullar todas las noches para poder gorjear a las mañanas y rugir a las tardes.

Y aquí me hallo de nuevo, en una encrucijada constante, inmóvil, sentado al borde del camino y preguntando a los ancianos que pasan por él, - ¿Cuál es el camino correcto?-
Y todos responden lo mismo – Menudas preguntas que tienen estos jóvenes de hoy. Los dos, tontorrón, los dos, pues obviamente, ambos llevan a algú sitio y con ello ya serían caminos correctos, pero lo más gracioso es que todsa acaban llevandote al mismo sitio, al lugar por donde, quieras o no, debes pasar.-
Esta pudiera ser una respuesta que me relajase, pero no, me crispa, me cago en sus pocas y desgastadas muelas, paso de creerles, tiene que haber un camino mejor que otro, seguro, con menos sufrimiento.
Pero la ignorancia es mi única compañera de viaje, y ella me coloca de nuevo en mi lugar, sentado al borde de otro cruce de caminos, caminos sin carteles que indiquen su destino.
Y cuando por fin decido escoger y caminar por uno de ellos, lo hago con los ojos vendados y voy golpeándome contra todos los obstáculos que hay a mi paso. Lo positivo es que voy creando música con cada golpetazo y crujir de hueso roto. Lo negativo es que voy destrozándome, rompiéndome a trocitos, cada vez más pequeño, más pequeño. Tan pequeño que me cuelo por el ojo de una aguja de zurcir bolsillos de derroche.

Pero cuando creo que, exhausto voy a claudicar, aparece ante mí un motivo que me recarga y me vuelve a reconstruir, para de nuevo, pleno, lanzarme a rodar por los caminos. Y ese motivo es el amor, el amor a la naturaleza y a sus infinitas expresiones. Ante mis ojos se muestra la belleza de todas esas expresiones, y no solo eso, si no la posibilidad de aumentar esa belleza y compartirla. En ese instante se detiene el tiempo plegado sobre el canto de un pájaro invisible, convertido en protagonista absoluto del universo en su momento de gloria aprovechado con infinita alegría.

Sí, soy un jodido moñas, me ha tocado, y por suerte o por desgracia no puedo elegir, tan solo puedo elegir esconderlo o no, y elijo mostrarlo. Pero ese es mi motor, es lo único que da sentido a todo en mi vida, el amor a la belleza del vínculo mágico con la Naturaleza que somos. (Joder, me siento como un happyflower con sobredosis de avatar)

Y aquí es donde encuentro la respuesta, escondida dentro de la pregunta como siempre, soñar de nuevo, soñar una y mil veces hasta que el sueño encaje con el molde de la realidad. Así que rescato la capacidad de mi niño sueña-lunas y la incorporo a mi adulto, aún vestido con el mismo pantalón de entonces y que ahora me llega por la rodilla llena de heridas hechas al jugar a esquivar a ciegas los obstáculos del camino. Y con las capacidades adquiridas en el juego, transformo los sueños en más cercanos, pero igual de bonitos.

Pues nada, ya lo he dicho, ahora ya comienzo a escuchar el eco de unas voces lejanas riéndome de mí., porque, qué importancia tiene de qué se rían en realidad las risas de los otros, si yo se las arrebato y las hago mías, para que cumplan mi función autoavergonzante. Como me dijo una sabia niña lobo, solo vemos lo que queremos ver, y yo solo veo lo que quieren que vea mi vergüenza y mi inseguridad, hermanastras del miedo e hijas de la ignorancia, mi gran guía. Ojalá mirásemos hacia donde, en este mismo instante, están ocurriendo cosas que jamás llegarán a ser noticia en los medios de comunicación porque son demasiado bellas y exentas de la dosis de morbo diaria a consumir.

Otro día indagaré sobre el compañero de la ignorancia, con quien concibió a los siameses amor-miedo, porque intuyo que es el gran responsable de que podamos reírnos de nosotras mismas.
Nos vemos en los cruces de camino, sentadas al borde, o de pie, avanzando con los ojos vendados y el corazón como tom tom.

8 de febrero de 2012

La Dignidad del Oprimido

Hoy voy a comenzar con este texto polémico ya antes de ser compartido públicamente.
Pero bueno, algo me obliga a hacerlo, así que lo que tenga que aprender, tanto si es para bien como para mal, pasa ineludiblemente por compartirlo.   Y dice así...  
 
¡Cuidadito con la dignidad!
A ver de dónde viene y que es lo que oculta bajo su romántico y respetable manto. Porque está de moda, y es súper digno estar jodidxs, es súper digno que te puteen en el trabajo, es súper digno que te opriman los políticos,... vamos, te joda lo que te joda, es súper digno. Estar en el lado del puteado y oprimido, es súper digno.
¿Y que pasa justo en las antípodas de esto? Pues, obviamente, lo contrario. No estar oprimido, ni puteado y disfrutar de una vida de “éxito”, con dinero de sobra y con poder para elegir un sinfín de detalles de tu vida, pues,… es indigno.
¡Pues ojito! porque todxs hemos deseado (y seguimos deseando, seamos sincer@s) alguna de estas cositas en algún momento de nuestras vidas. Y eso nos convertiría inexorablemente en “seres indignos”.
Además, por otro lado, hay una parte de esta indignidad, que está relacionada con conseguir las metas que uno sueña y desea en su vida, con vivir bien, con creer y confiar en un@ mism@, y con otra multitud de factores que vienen y van, desde y hacia esta serie de conductas indignas.
¿Y por qué elijo la dicotomía digno-indigno? Pues yo creo que está clarinete, la referencia es obvia. Y no es casualidad, es donde pongo la lupa para evitar algo que creo que puede ser una falla en la estructura base de este movimiento social tan importante y necesario en los tiempos que vivimos.
Porque, de lo anteriormente dicho, yo deduzco, que muchas veces protestamos contra esta indignidad, desde la frustración de no ser nostrxs quienes hayamos alcanzado estos deseos albergados en nuestros sueños colectivos. (Y no por ello maravillosos ni necesarios) O sea que hay una especie de envidia insatisfecha de esa indignidad, que transformamos en algo que nos oprime desde el exterior y que nos impide triunfar y conseguir nuestros sueños, colocando el punto de mira de la culpa-responsabilidad fuera de nosotrxs mismxs. (Lo cual libera un huevo, y que como terapia de vez en cuando no está nada mal)
Vamos, que seguimos teniendo la excusa de que el profe nos tiene manía.

Y no digo yo que no haya indignidad en acumular riquezas, y en el sinfín de barbaridades que se cometen contra la Naturaleza y la Humanidad con las envilecidas prácticas utilizadas para conseguir la susodicha riqueza. Es más lo digo y lo denuncio constantemente en mi vida, y lucho contra ello, creando alternativas a esta alienante inercia socio-vital. Lucho contra esta inercia que mutila la mitad de todo, a las mujeres como mitad de la población, a los sentimientos como mitad de la personalidad, a la naturaleza como mitad de la vida, a lo sagrado como mitad de la existencia.
Lo que quiero decir, es que no lo utilicemos como bálsamo protector total, si no que nos observemos un poco para ver cuanto de esta indignidad hay en nosotr@s, y si no es esa inercia social que nos empuja hacia la consecución del sueño colectivo, la que esta generando el movimiento de protesta y demanda de mi parte del pastel. Porque de ser así, no estaríamos cambiando absolutamente nada. Y el problema sistémico de base, seguiría campando libremente a sus anchas, por el rico caldo de cultivo de la inconsciencia global.

Pues nada, aquí dejo el recadito. Se que peca de superficial y vehemente, pero son dos condimentos perfectos para generar polémica, animar a la reflexión y a un posterior debate compartido, y eso, siempre traerá algo positivo. Así que, sirva esto de mecha para encender algo que acabe iluminando, pero sin explotar.