10 de enero de 2014

La vida es bella, pero el mundo es una mierda

Hay cosas que nos creímos desde nuestra inocencia tratando de encontrar esa hermosa mentira que nos contaron, cosas que hoy, a fuerza de tortazos, descubrimos de forma diferente a como las creímos.
Cosas tan estúpidas como que el alma huele a pedo. Antes se suponía que el alma pesaba 21 gramos, que es el peso que pierde un cuerpo al morir, hoy descubrimos que lo que se va del cuerpo son unos gases sulfurados, que huelen a pedo, y que se desprenden del cuerpo al morir. Pues una de dos, o lo que pasa es que nos purificamos en ese instante donde se nos va el diablo oliendo a azufre, o el alma guele a pedo, no hay más, el resto es seguramente... incierto.

Creímos que los inmigrantes nos quitaban el trabajo. Ese trabajo que no quisimos hacer en su momento por parecernos ... indigno, ese trabajo en el que contratamos a alguien "de fuera" porque podíamos pagarle menos con la conciencia más tranquila porque para ellos ya era suficiente. Sin contar con la riqueza creada que se traduce en puestos de trabajo. O sea que lo que nos creímos era un pensamiento totalmente... indigno. Todxs somos inmigrantes

Creímos tantas cosas, creímos que el mal estaba fuera, y está dentro, creímos que salvaríamos al mundo, y lo condenamos, creímos que podríamos cambiar, que podríamos ser felices, que podríamos ser inmortales, que podríamos amar y ser amados eternamente, creímos que existía la bondad sin ser cristiana, el perdón sin ser catolico, la humildad sin ser egoica, la paz sin ser competición por el éxito.
Por dentro deseamos que pasen las cosas buenas, que gane el bueno, que gane el puro, que gane el débil, que gane... el perdedor. Pero el perdedor pierde y el ganador gana mientras nos lamentamos por todo lo que pasa en este mundo... injusto.

Nos creímos todas nuestras mentiras ancestrales, y ahora, sin ellas, no somos nadie, nos tambaleamos, asustados como guerreros que ven la estupidez de su pelea en mitad de la batalla descubriendo lo injusto, lo indigno, lo incierto.

Al contrario que nuestro mundo, la naturaleza es horrilbemente bella.Y la vida, seguramente es algo sencillo que pasa sigilosamente ante nuestros ojos, es algo que está dentro de cada un@ y fuera de la mente, fuera de las ideas de lo que tiene que ser y pasar. La vida es eso que queremos evadir, es eso que está detras de todo el dolor de esas mentiras creidas. Es lo que está detrás de los fracasos por no conseguir lo que nos han obligado a cumplir. Es lo que está debajo de las emociones corrompidas por tanta información, es lo que está debajo de todo el ego que separa, pelea y miente. Es algo incomprensible que se aloja en el silecio de la mente, algo que hay que buscar, o perder.

Así que no se me ocurre frase más cierta que esa pintada en la pared que nos descubre que la vida es bella, pero el mundo alternativo que creamos con nuestras mentiras, es una absoluta y grandisima... mierda.