8 de noviembre de 2020

Crónicas de un asustado niño guerrero

 

Miro a día y a noche

con mis ojos de niño eterno

abiertos como planetas

pues todo es ante mí

un sobrecogedor

y humilde

misterio.

Y en busca de lo invisible

sin querer

miro hacia el infinito

y veo cuerpos celestes

soñando con que florece

mi cuerpo terrestreaéreo

al transitar los caminos secretos

por los que me guían

de a poquitos

los susurros del silencio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario