30 de noviembre de 2020

En el nombre de la calma

 

Queremos arreglar los problemas de la Tierra

con la misma prisa

con la cuál la hemos destruido.

En el nombre de la prisa

hemos justificado infinidad de tropelías

y ahora queremos remediarlas

con la inercia de la misma urgencia.

Pero la vida nos insta

a bajar revoluciones

a reducir la agresividad

a contemplar como la vida se organiza

y desde esa calma

comenzar a reconstruir.

Creo que la vida nos está esperando

al otro lado de la prisa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario