Reunidos
los cinco árboles de sabiduría
los cuatro animales de poder
las tres aves sagradas
y las dos montañas mágicas
conmigo de testigo
para decidir
si seguir caminando
o volar
Un dado mágico gira y gira suspendido en el aire. Cae y rueda por el suelo danzando a brincos mostrando todas sus caras numeradas. Todas las opciones ruedan y saltan. Y mi destino se para esperando a que el dado detenga su marcha. Cada vez baila más cansado, gira sobre sí agonizando su inercia. Y por fin, se para. La suerte esta echada. Y sin Re, no hay Sol que brille.
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